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Dragones negros

    Los dragones negros son unos seres mitológicos considerados como malvados. En este caso la visión que oriente tiene sobre los dragones es totalmente diferente a la que occidente se tiene de estas criaturas místicas.

    No destacan por su inteligencia, y quizá por eso su fama de seres mezquinos. Son seres traicioneros y falsos, que no dudarán en engañarte para conseguir lo que quieren. En definitiva, un dragón negro no es de fiar.

    Normalmente no buscan pelea abiertamente. Prefieren luchar escondidos, y sobre todo por las noches, cuando se pueden confundir con el cielo y las sombras. No es que sean los más débiles de los dragones, ni mucho menos, es solo que su carácter ruin les hace atacar cuando el enemigo está más indefenso.

    Dragón negro
    Imagen de un dragón negro en su hábitat pantanoso

    Los dragones negros son seres malvados que viven en pantanos

    Viven en zonas pantanosas de difícil acceso, ocultos a la vista. Preferiblemente con aguas estancadas y mucha vegetación. Sitios donde el aire esté putrefacto y cueste moverse. Esto es debido a que los dragones negros se alimentan de esos gases para luego expulsarlo por sus fosas nasales de forma mortífera. Son capaces de echar fuego si se lo proponer, pero su habilidad son los gases sulfurosos con lo que son capaces de desintegrar a sus enemigos.

    Su tamaño es mediano. No es grande como el dragón rojo, pero es capaz de intimidar si despliega sus alas como buen dragón que es. Ese tamaño le hace ser ágil para poder escabullirse de sus enemigos y luchar contra ellos desde ángulos más beneficios. Sus alas son lo más desarrollado en el. Las necesita para volar rápido por las noches, cuando no puede ser visto.

    El dragón negro conoce la Magia, aunque no es un experto en ella tan como el dragón dorado. Son capaces de lanzar hechizos a sus contrincantes para confundirlos, o pueden convocar pequeños huracanes y hasta usar algunas plantas para ayudarle a ocultarse.

    No son dragones ambiciosos que busquen poseer un gran tesoro, pero defenderán sus riquezas y su guarida con uñas y dientes. Tampoco disfrutan con la sangre, pero no dudarán en atacarte si se ven amenazados.

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